El contrato, que se exhibe actualmente en el Instituto Oriental de Chicago, EE.UU., revela cómo funcionaban los acuerdos nupciales en el Antiguo Egipto. El documento, de 2,4 metros de largo y de 2.480 años de antigüedad, fue creado como seguro para que, en el caso de que matrimonio no funcionara, la mujer recibiera una compensación.
En concreto, según el contrato, el hombre tendría que compensar con "1,2 piezas de plata y 36 sacos de grano cada año a la mujer durante el resto de su vida". Sin embargo, la mujer debía pagar a su futuro marido 30 piezas de plata para que el contrato prenupcial fuera validado.
Otro documento prenupcial incluye una lista con todos los bienes que la esposa aportó al matrimonio, con la promesa del marido de que le devolverá todo en caso de divorcio.
"La mayoría de la gente no sabe que la mujer en el Antiguo Egipto tenían los mismos derechos legales que los hombres", comenta Emily Teeter, egiptóloga del Instituto Oriental, citada por Atlas Obscura.