De acuerdo con el estudio publicado en la revista 'Nature Comunications', el hueso encontrado el año pasado durante unas excavaciones en Tanzania corresponde a una falange proximal de un homínido que ya podía andar y tenía una mano parecida a la nuestra.
Estas conclusiones se deben a que el hueso es recto, sin curvatura, señal clave de que la especie a la que pertenece la falange tenía las manos modernas.
Otros homínidos que aun trepaban por los árboles no podían tener una falange de forma recta, sostiene el autor principal del estudio e investigador del Instituto de la Evolución en África, Manuel Domínguez-Rodrigo.
Los científicos creían que la mano de nuestros ancestros parecida a la nuestra se formó hace 1.200.000-1.500.000 años, pero el hallazgo actual apunta a que surgió mucho antes porque según los cálculos de los científicos la especie desconocida a la que pertenece el hueso vivió hace al menos 1.850.000 años.