En los experimentos, que tenían por objetivo estudiar el nivel de las proteínas miostatina y GDF11 en la sangre, participaron casi 2.000 ciudadanos de EE.UU. y Noruega de entre 40 y 85 años, la mayoría de ellos con enfermedades cardiovasculares, informa el portal 'Science Blog'.
Los resultados mostraron que el riesgo de muerte natural era inversamente proporcional a la cantidad en el organismo de proteína GDF11, también conocida como la 'proteína de la juventud'. Además, los científicos aseguran que el aumento de la cantidad de GDF11 puede demorar el proceso de envejecimiento.
Con el tiempo el nivel de proteína GDF11 en la sangre disminuye, un proceso que se desarrolla a diferente velocidad en cada persona. Es por este motivo que algunas personas envejecen más rápido que otras.
El hallazgo de los investigadores fue demostrado también en experimentos con ratas. A los animales les inyectaron la proteína, lo que mejoró su condición física hasta el punto que a los roedores más viejos les curaba los síntomas de la miocardiopatía hipertrófica, que puede provocar insuficiencia cardíaca y la muerte.
Ahora los científicos se centran en elaborar una medicina que podrá ayudar a frenar el proceso de envejecimiento mediante el aumento artificial de los niveles de GDF11 en la sangre.