Una investigación llevada a cabo por científicos de la University College London y publicada en la revista 'Nature' concluye por primera vez que la enfermedad de Alzheimer puede ser transmitida entre personas de forma inadvertida durante determinados procedimientos médicos.
Los científicos hacen hincapié en que la nueva evidencia es solo preliminar, que no debe disuadir a nadie que vaya a someterse a una cirujía, y recalcan que no es posible enfermarse viviendo con alguien que padezca esta enfermedad.
Los resultados de un estudio sobre ocho personas que recibieron inyecciones de una hormona de crecimiento cuando eran niños plantean la inquietante posibilidad de que el Alzheimer puede ser transferido en circunstancias concretas cuando se pasan tejidos humanos infectados entre individuos. Los investigadores están estudiando también el posible riesgo asociado al instrumental quirúrgico, ya que las proteínas priónicas pueden adherirse a las superficies metálicas.
Los ocho adultos, con edades compendidas entre 36 y 51 años, murieron por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob después de recibir inyecciones de hormonas procedentes de cadáveres cuando eran niños. Sin embargo, las autopsias de sus cerebros también revelaron que siete de ellos 'albergaban' proteínas asociadas con las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, si bien normalmente a estas edades no se pueden tener estas proteínas.
Los científicos han llegado a la conclusión de que dichas 'semillas' de Alzheimer les fueron transmitidas, probablemente, a través de las inyecciones de la hormona del crecimiento.
"Es importante destacar que esto se relaciona con una situación muy especial cuando la gente es inyectada con extractos de tejido humano. De ninguna manera estamos sugiriendo que el Alzheimer sea una enfermedad contagiosa", subrayó el doctor John Collinge de University College London, citado por 'The Independent'.