Investigadores de la Universidad de Buffalo, EE.UU., han conseguido cultivar neuronas serotoninérgicas en laboratorio, modificando las células de fibroblasto, las más comunes del tejido conectivo. El hallazgo resulta crucial, ya que no solo abre el camino para el desarrollo de medicamentos contra la depresión, la ansiedad y otras enfermedades como el desorden obsesivo compulsivo, sino que reviste una singular importancia para la ciencia médica en general.
La serotonina es un neurotransmisor que no solo regula el estado de ánimo, sino que está vinculado con varias enfermedades neurológicas y mentales. Hasta ahora los científicos simplemente no habían podido experimentar con neuronas humanas vivas de serotonina, "escondidas en el fondo del cerebro humano", teniendo que conformarse con estudiar la serotonina de animales, explicó el líder de investigadores, profesor Jian Feng, citado por Neuroscience News.
Los científicos introdujeron en las células de fibroblasto cuatro genes -Ascl1, Foxa2, Lmx1b y FEV-, que 'apagan' varios procesos del desarrollo de dichas células, convirtiéndolas de esa forma en neuronas serotoninérgicas, que producen serotonina. Usando el mismo método, los científicos intentan crear ahora estas neuronas a partir de las células de piel, proceso que debe ser más fácil y menos invasivo que las operaciones con fibroblasto.