Según el portal Business Insider, que cita un estudio publicado en la revista 'Nature Climate Change', la gravedad de la sequía récord que comenzó a afectar a la región en 2012 hizo que el abril de 2015 la capa de nieve de las montañas californianas se hubiera reducido hasta el 5% de su promedio histórico.
California recibe el 80% de sus precipitaciones durante el invierno y la capa de nieve de Sierra Nevada juega un papel esencial en la vida del estado, ya que proporciona el 30% del agua en la zona. No obstante, los autores del estudio advierten que los drásticos cambios climáticos podrían provocar estragos en el suministro de agua de las granjas y las ciudades del estado, así como reducir la cantidad de energía hidroeléctrica disponible y favorecer los incendios forestales.
El estudio sugiere que el mínimo récord de nieve es más severo en las cotas más bajas debido a que las altas temperaturas tienen un mayor efecto en estas altitudes. Los científicos señalan que este tipo de calentamiento aumentará la posibilidad de sequías, provocará que la nieve se derrita más temprano en primavera y hará disminuir la cantidad de nevadas en relación con las precipitaciones, lo que no augura nada bueno para el suministro de agua de California.