Según los resultados del estudio, que se publicó en la revista 'Astrophysical Journal Letters', existe una alta probabilidad de encontrar pequeños oasis de vida de fácil localización repartidos por todo el universo. De este modo, en el futuro sería posible detectar señales de vida en planetas que orbitan alrededor de estrellas lejanas.
El estudio de los astrofísicos de Harvard demuestra que, si la vida pudiera transportarse entre estrellas, seguiría un patrón característico que potencialmente podríamos identificar.
El modelo propuesto por los científicos supone que las semillas de la vida de un planeta pueden distribuirse en todas direcciones. Si una semilla alcanza un planeta habitable que orbita alrededor de una estrella vecina, puede echar raíces. Con el tiempo, el resultado de este proceso sería una serie de oasis de vida repartidos por el cosmos.
Henry W. Lin, coautor del estudio, describe el proceso como "burbujas que explotan en una olla de agua hirviendo".
Avi Loeb, otro de los coautores de la investigación, afirma: "La vida podría extenderse de una estrella anfitriona a otra en un patrón similar al del estallido de una epidemia. En este sentido, la Vía Láctea se vería infectada por núcleos o bolsas de vida".