Astrónomos descifran el secreto del planeta enano Ceres

Según la teoría original de la NASA, las misteriosas manchas brillantes en la superficie de Ceres, el más pequeño de los planetas enanos dentro del sistema solar, eran de hielo. Sin embargo, los últimos datos de la nave espacial Dawn, que está orbitando este cuerpo celeste, sugieren lo contrario.

En 2014 el telescopio Herschel detectó vapor de agua saliendo de Ceres, el planeta enano del cinturón de asteroides ubicado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Estas nubes de vapor generaron especulaciones sobre la presencia de volcanes criogénicos u otra actividad geológica en ese cuerpo celeste. Sin embargo, cuando Dawn, la nave espacial lanzada en 2007, se acercó al planeta enano y los científicos vieron puntos blancos brillantes sobre su superficie gris, Ceres se hizo todavía más interesante.

Según la teoría original de la NASA, las misteriosas manchas brillantes podían deberse a luz solar al reflejar parches de hielo, pero recientemente los científicos recibieron datos que contradecían su hipótesis. Ceres efectivamente es geológicamente activo, pero los parches no pueden ser de hielo ya que reflejaban sólo aproximadamente un 40 por ciento de la luz que brilla en él. Si fueran de hielo reflejarían casi toda la luz.

De acuerdo con el reporte que el investigador principal de la misión Dawn Chris Russell presentó en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria, lo más probable es que las manchas sean sal. "Sabemos que no es hielo y estamos bastante seguros de que es sal, pero no sabemos exactamente lo que es la sal en otro planeta", declaró el científico. El nuevo descubrimiento es muy importante, ya que la presencia de sal sería un indicador de la existencia de agua en el planeta enano.

"Este es un buen indicador de la existencia de agua, porque la sal no puede flotar fuera del cuerpo por sí misma, tiene que ser transportada por líquido para poder llegar a la superficie", explicó Chris Russell.