Aunque certificar la influencia directa del azúcar en el desarrollo de trastornos metabólicos es todo un reto, el doctor Robert Lustig, del departamento de Pediatría de la Universidad de California (Estados Unidos), ha demostrado lo nocivo que puede ser su consumo, independientemente de la carga calórica o del peso del individuo que la consume, la revista 'Time'.
El estudio contó con la participación de 43 niños de procedencia hispana y afroamericana con edades entre 8 y 18 años. Durante nueve días, cada uno siguió una dieta en la que se sustituyó el azúcar procesada por almidón, pero sin disminuir el número de calorías que consumían normalmente.
Los resultados demostraron que la mayoría de los participantes perdió peso, redujo el número de calorías diario hasta un 10% y los niveles de azúcar en ayunas hasta un 53%. Al mismo tiempo, los niveles de triglicéridos, insulina y LDL, así como el volumen de grasa en el hígado, también mejoraron.
Lustig, considera que su estudio permite ver como la disminución e, incluso, la total eliminación del azúcar en la dieta traería enormes beneficios y espera que su estudio sea considerado para el diseño de las guías alimentarias oficiales, que definen qué alimentos deben consumir los estadounidenses.
Pese a estos hallazgos, muchos científicos consideran que el principal problema general radica en que comemos demasiado."Tanto el estudio como los datos obtenidos son importantes y tenemos que controlar qué tipo y cantidad de azúcares consumimos, pero me preocupa que la gente se va a centrar en esto y a olvidar que debemos reducir la ingesta de alimentos”, afirma Mark Corkins, profesor de Pediatría de la Universidad de Tennessee (Estados Unidos).