Un estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad de Surrey, James Suckling y Jacquetta Lee, ha comparado el impacto medioambiental de distintos teléfonos celulares medido en las emisiones de gases de efecto invernadero en distintas fases de vida del aparato. En concreto, se han analizado los datos sobre la huella de carbono de los móviles en la fase de extracción de minerales y fabricación, de transporte, de uso y de final de vida útil.
De acuerdo con los resultados de la comparación, el teléfono más contaminante es el iPhone 6, seguido por iPhone 5s y el iPhone 4s, que emiten un total de 95, 70, 55 kilos de CO2 de media por unidad, respectivamente. El teléfono menos contaminante es el Nokia 105, que emite tan solo 7 kilos.
Según lo han demostrado los resultados, la fase que se caracteriza por el nivel de emisiones más alto ha sido la de extracción de minerales y fabricación, excepto en el caso de la marca Fairphone. No obstante, esta diferencia podría explicarse ya sea por el hecho de que se han utilizado las bases de datos de ciclo de vida comúnmente disponibles, o por el hecho de que, por ejemplo, un Fairphone se vende sin cargador o sin otros componentes secundarios como auriculares, explica el estudio.
Al mismo tiempo, los autores señalan que es interesante observar el cambio que se produce entre distintas generaciones de teléfonos celulares de una misma compañía. Por ejemplo, los iPhone de Apple muestran un crecimiento en el impacto medioambiental en cada generación posterior a medida que crece la complejidad del dispositivo.