Los resultados del estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de Suiza, Corea del Sur, EE.UU. y Alemania fueron publicados en la revista 'Nature'.
Los geofísicos examinaron sedimentos de basalto en el mar Caribe, donde encontraron una rara ruptura de hace unos 100 millones de años. Ese "agujero" en dichos depósitos de origen volcánico es evidencia de que el magma del manto, existente bajo la corteza terrestre, buscaba una salida. Aproximadamente, en ese mismo momento la fisura creo una placa tectónica, la cual comenzó a hundirse debajo de las placas cercanas recién formadas. Con un modelo creado por ordenador los investigadores probaron cómo se dividieron grandes áreas de la corteza terrestre en relativamente pequeñas placas litosféricas.
En los inicios la Tierra estaba cubierta con una corteza (armadura) monolítica, de estructura similar a la de la capa superior de litosfera de Venus. Debido a que la corteza de Venus mantiene una condición estable desde hace millones de años, los científicos han supuesto que los movimientos que cambiaron la estructura de las placas tectónicas de la Tierra se produjeron como resultado de procesos internos o externos, como, por ejemplo, la caída de un gran asteroide o un cometa. Para los expertos, procesos de estas características fueron los únicos que pudieron producir la ruptura de la corteza de la Tierra.