Las investigaciones del ADN de restos antiguos han demostrado que en la cadena de los antecesores europeos hubo una población que permaneció al Cáucaso, según la BBC. Entonces, los genes europeos no son solamente una mezcla de genes de cazadores indígenas, agricultores de Oriente Medio y una población que llegó del este en el periodo de la Edad del Bronce, sino también de tribu del Cáucaso.
Se trata de los pastores Yamnaya, que conforme a 'Nature Communications', hace unos 3000 años llegaron al territorio de Europa desde las regiones orientales de las estepas, en lo que actualmente es Rusia y Ucrania. Se cree que ellos han traído las lenguas indo-europeas, de las cuales provienen la mayoría de las lenguas que actualmente se hablan en toda en Europa. Según las investigaciones, la mitad de sus genes tiene las raíces de cazadores-recolectores que poblaron Europa hasta la época de la agricultura, y la otra mitad proviene de los emigrantes de Oriente Próximo, que fueron fundadores de la agricultura de granjas.
Las investigaciones han mostrado que los genes de los cazadores-recolectores de la región caucásica se mezclaron con los genes de sus vecinos de Oriente Próximo. Sin embargo, el proceso de mezcla culminó hace unos 25.000 años, antes del período glacial. En ese momento, la población se reducía y después del deshielo el grupo de la región caucásica comenzó a mezclarse con otros cazadores-recolectores de la región de las estepas, generando así la base genética del pueblo de Yamnaya. Los investigadores creen que los pueblos de la región caucásica también influyeron mucho en la población del Lejano Oriente y en particular en Asia del Sur.