Las características sorprendentes de los tardígrados, pequeños invertebrados capaces de sobrevivir durante mucho tiempo en el espacio, e incluso multiplicarse en condiciones de ingravidez completa y falta de alimento y agua, llamaron la atención de muchos investigadores.
Según explica Bob Goldstein de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.), uno de los autores del estudio publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', el equipo de científicos decidió descifrar y analizar el genoma de estos invertebrados.
Tras realizar el estudio, los expertos concluyeron que más de 6.500 regiones del ADN de 38.000 genes fueron "prestadas" de otros organismos: arqueas, bacterias, plantas, e incluso hongos.
Los tardígrados, también conocidos como 'osos de agua', son capaces de tolerar las formas extremas de deshidratación, cuando su cuerpo se seca y el ADN se deshace. Pasado el periodo de condiciones extremas, las proteínas especiales reparan de nuevo su cuerpo. Es en este momento cuando, probablemente, en sus células pueden introducirse fragmentos de ADN externos. Gracias a este proceso, el genoma de los tardígrados se ha convertido en un mosaico de genes.
Dado que muchos de estos genes son responsables de la respuesta al estrés, la reparación del ADN y la resistencia a diversos factores extremos, es posible que estos organismos hayan adquirido la capacidad de sobrevivir en el espacio exterior debido a los genes "prestados".