La Corporación Unida de la Construcción de Aparatos (OPK, por sus siglas en ruso) ha anunciado el inicio del proceso de desarrollo de las tecnologías que serán la base de una tercera generación de robots que contará con habilidades humanas.
Los nuevos dispositivos serán capaces de orientarse en el espacio sin ayuda de un operador ni de señales emitidas por GPS o GLONASS. También podrán elegir la ruta de recorrido, distinguir objetos por la imagen de un video, reconocer el terreno, crear mapas en 3D y cooperar con los drones y otros complejos robotizados.
Al mismo tiempo los robots serán invisibles para los servicios de inteligencia radioelectrónica y los dispositivos de detección con niveles mínimos de radiación.
"La diferencia principal entre los robots existentes y los de tercera generación es la intelectualidad de los últimos y su capacidad de actuar sin participación de los hombres," explica Aleksándr Kalinin, director del Departamento de Innovación y Desarrollo de la OPK.
Se supone que los nuevos robots podrán sustituir a los seres humanos en la exploración y el control de los territorios, vigilancia de espacios privados y públicos, transporte de cargas, recopilación de la información y creación de materiales cartográficos.
La OPK forma parte de la corporación estatal Rostej y es principal fabricante de producción automatizada y robótica para las Fuerzas Armadas rusas.