Según los modelos físicos actuales, solo aproximadamente el 5% de nuestro universo está formado por materia ordinaria. Un equipo de expertos de la Universidad de Ginebra (UNIGE), Suiza, observó este fenómeno y publicó su descubrimiento en la revista 'Nature'. Ellos aseguran que la mayor parte de la materia ordinaria que falta por descubrir se encuentra en forma de un gas muy caliente asociado con filamentos intergalácticos.
La materia que es conocida como ordinaria, de la cual está hecha casi todo lo que conocemos, corresponde solo al 5% del universo. Aproximadamente la mitad de este porcentaje sigue siendo difícil de detectar. Las estimaciones numéricas han permitido predecir que el resto de la materia ordinaria debe estar ubicada en estructuras que forman una 'red cósmica' y se encuentran a temperaturas de entre 100.000 y 10 millones de grados.
Bajo la acción de la gravedad, la 'red cósmica' se concentra en hebras largas: estructuras filamentosas que forman una gigantesca red por todo el universo. Esta red está compuesta por un 'esqueleto' de materia oscura que atrae a gran parte de la materia ordinaria del universo hacia ella, informa IFL Science.
Tras observar los rayos X emitidos por las estructuras de gases brillantes extremadamente calientes dentro de los filamentos, los investigadores lograron estimar parte de la densidad de la red cósmica, y por lo tanto la cantidad de materia ordinaria que deben contener.
Los expertos se enfocaron en Abell 2744, un cúmulo masivo de galaxias con una compleja distribución de materia oscura y con un caótico patrón de distribución. El telescopio espacial XMM permitió estas observaciones y detectó el gas muy caliente debido a su sensibilidad a los rayos-X.
Esta investigación aporta información significativa para entender los modelos de formaciones de galaxias en el universo. Para entender el origen de esta formación, es crucial descubrir en qué forma se encuentra la materia ordinaria que no percibimos, conocida como bariones perdidos (partículas subatómicas formadas por tres quarks). Asimismo, la distribución de la materia ordinaria en el universo no es uniforme. Se cree que algo invisible dentro del cosmos está atrayendo materia a ciertos puntos y que esto produjo una distribución desigual. Esta materia invisible se conoce como materia oscura.
"Ahora hay que verificar que el descubrimiento en Abell 2744 sobre bariones perdidos sea aplicable a todo el universo", afirmó Dominique Eckert, una de las autoras del estudio. De hecho, si los investigadores logran medir los átomos en estos filamentos, serán capaces de estimar el número de núcleos pesados formados por estrellas desde el comienzo del universo y se habrá resuelto entonces un misterio de larga data en la cosmología.