Los investigadores han desmentido la idea de que la felicidad influye en nuestra salud después de analizar los resultados de un estudio llevado a cabo durante 10 años con la participación de un millón de mujeres británicas de edades comprendidas entre 50 y 69 años, informa 'The New York Times'.
Durante el estudio les preguntaron con qué frecuencia se sentían felices o estresadas, y también les pedían evaluar su estado de salud e informar de dolencias como la presión arterial alta, la diabetes, el asma, la artritis, la depresión o la ansiedad.
Según el profesor Richard Peto, datos particularmente importantes fueron proporcionados por 500.000 mujeres que dijeron estar sanas.
Una minoría sustancial de estas mujeres sanas destacaron que se sentían estresadas o infelices. La década siguiente mostró que su probabilidad de morir era igual a la de las mujeres que eran felices.
"La felicidad y otras medidas relacionadas con el bienestar no tienen ningún efecto directo en la mortalidad", concluyeron los investigadores.