Los hijos de padres mayores muy a menudo viven menos que sus coetáneos. Probablemente la duración de su vida se acorta por las mutaciones en ADN que suceden después del nacimiento, revelan los experimentos.
Britt J. Heidinger, profesora auxiliar de la Universidad Estatal de Dakota del Norte, EE.UU., y miembro del equipo de investigación, dice que las observaciones de muchos seres vivos muestran que las generaciones de padres de edad avanzada viven menos. Sin embargo, los especialistas desconocían la dependencia entre los dos factores, escribe la revista 'Functional Ecology'.
Durante el estudio descubrieron que el fenómeno está relacionado con los telómeros, los extremos de los cromosomas. De esas regiones de ADN no codificante depende la estabilidad estructural de los cromosomas, la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares. Los telómeros se acortan a lo largo de su vida y su longitud se considera un marcador del envejecimiento biológico. Investigaciones anteriores llegaron a la conclusión de que entre los seres con telómeros más cortos, el nivel de mortalidad es dos veces más alto en comparación con los indicadores medios.
Hay evidencias de que los hijos de padres mayores tienen los telómeros más cortos. Sin embargo, todavía no está claro si heredan esta característica de sus padres o si sus telómeros se acortan a más velocidad en el periodo prenatal o postnatal.