Un grupo de astrónomos asegura haber hallado el mayor exoplaneta de superficie sólida jamás descubierto.
El BD+20594b, ubicado a 500 años luz en la constelación de Aries, es cien por cien rocoso y no gaseoso, como se creía anteriormente, según sugieren los investigadores en su borrador, publicado en el portal de la biblioteca de la Universidad de Cornell.
El planeta, descubierto con ayuda del telescopio Kepler en 2015 y analizado con el espectrómetro HARPS, tiene más del doble de diámetro que la Tierra, pero cuenta con una masa 16 veces mayor.
Su densidad es de casi 8 gramos por centímetro cúbico, en comparación con los 5,5 del planeta azul, equivalente a la densidad del silicato de magnesio.
Tal composición sería una rara excepción para los planetas de tamaño aproximado al de Neptuno.
Hasta el momento se creía que los planetas con un diámetro mayor en 1,6 veces al de la Tierra eran gaseosos.
Es poco probable que este gigante albergue vida, debido a la ausencia de atmósfera que, al parecer, se perdió durante la creación de este sistema estelar hace unos 3.300 millones de años.
Además, se encuentra demasiado cerca de su sol, lo que reduce la posibilidad de existencia de agua líquida sobre la superficie.