Científicos del proyecto LIGO han anunciado haber detectado las ondas gravitacionales producidas como resultado de la colisión de dos agujeros negros. Desde que Albert Einstein las predijo en 1915, los científicos habían buscado la manera de escucharlas y de este modo comprobar su existencia. Y recién un siglo después, el 14 de septiembre de 2015, se logró escuchar las primeras ondas gravitacionales en la historia.
"[El proyecto] LIGO actúa más como una oreja que como un ojo", ha explicado el investigador Scott Hughes, especialista en ondas gravitacionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts, EE.UU. Hughes se refiere a que escuchando cambios en la amplitud y la frecuencia de las ondas gravitacionales, los científicos literalmente pueden escuchar "la historia que las ondas están contando". "Me gusta pensar en esto de una manera lingüística", señala Hughes. "El vocabulario del evento se imprime en la onda".
Por ejemplo, cuando dos agujeros negros se chocan ―como en el caso detectado por los investigadores― el sonido que se produce es un ligero 'gorjeo' ('chirp'). De momento, los científicos recién están intentando entender este lenguaje que nos revelaría historias sobre el universo "que de otra manera se perderían en el ruido cósmico del Big Bang", destaca el medio.