Desde que en 2007 los científicos descubrieran de manera accidental las erupciones cortas de ondas de radio cósmicas, también conocidas como 'ráfagas de radio rápidas' ('fast radio-burst' o FRB, por sus siglas en inglés), se especuló con la posibilidad de que tuvieran un origen 'extraterrestre'.
Sin embargo, ahora se ha conocido que, en realidad, esas señales son fruto de la fusión de unas estrellas de neutrones que se encuentran en una galaxia a 6.000 millones de años luz de la Tierra, circunstanca que confirma la naturaleza cosmológica de este fenómeno, según un estudio científico publicado en la revista 'Nature' que cita RIA Novosti.
El astrónomo Evan Keane y sus compañeros de la Universidad Tecnológica de Swinburne (Australia) han podido determinar esa distancia gracias a los datos de una de las últimas FRB recogidas el pasado 18 de abril por el radiotelescopio Parkes, que los investigadores conectaron a otros observatorios del mundo.
Esta combinación de telescopios permitió aumentar 1.000 veces la precisión para determinar el origen de las señales, reafirmó la alta potencia de las 'ráfagas de radio rápidas' y eliminó la posibilidad de que fuesen generadas por magnetoestrellas de la Vía Lactea o sus satélites.