Apenas quedan 48 horas para que despegue desde el cosmódromo de Baikonur una misión rumbo a Marte, el proyecto ExoMar, cuyo objetivo pasa por demostrar si existe o no vida fuera de la Tierra y que podría proporcionar hallazgos únicos sobre el espacio. Los científicos de la agencias espaciales europea y rusa colaboran en este proyecto.
La ciencia nunca ha dejado de buscar una respuesta concreta sobre las dudas en torno a la existencia de viva en el planeta rojo. Tras comprobarse la existencia de agua salada en Marte, lo que supuso un gran hallazgo, el próximo paso consiste averiguar si en el pasado hubo vida… o si la hay también en el presente. Gracias a ExoMars, la humanidad parece más cerca que nunca de hallar respuesta.
Por primera vez se investigará no solo en la superficie, sino también en la profundidad
ExoMars es un proyecto desarrollado por la Agencia Espacial Europea (AEU) junto con la Agencia Espacial Federal Rusa para enviar un orbitador a Marte, un aterrizador fijo y dos róvers exploradores. Se lanzará desde el cosmódromo de Baikonur con el objetivo de buscar posible vida en Marte, tanto en el pasado como en el presente.
"ExoMars 2018 está realmente abriendo un nuevo capítulo en la exploración de Marte. Por primera vez se investigará no solo en superficie, sino también en profundidad. En las misiones anteriores solo se exploró a una profundidad de cinco centímetros y ahora excavaremos hasta dos metros. Esto es muy importante ya que nos dará una mejor oportunidad para encontrar posibles evidencias de si hubo vida en el planeta", explica Jorge Vago, uno de los científicos de la AEU del proyecto ExoMars.
El representante de la AEU en Rusia, Rene Pischel, explicó a RT que esta expedición se compone de dos misiones. "Una que va a ser lanzada muy pronto, el 14 de marzo, desde Baikonur, y que llevará un orbitador y un demostrador de aterrizaje a Marte", explica. La segunda misión, que será lanzada dos años más tarde, llevará el róver hasta el planeta rojo.
En esta primera etapa el trabajo se centra en recabar datos e información. Con ese fin se cuenta con tecnología avanzada en equipos de medición para estudiar el ambiente del lugar de descenso y obtener todo tipo de información hasta que sus baterías se agoten. Cada dato que se obtenga será analizado en detalle para poder encontrar cualquier indicio que permita conocer un poco más lo que sucede fuera de la Tierra.
La fase dos del proyecto se activará en 2018, cuando el vehículo rodante perfore la superficie de Marte con un taladro capaz de explorar la superficie en una profundidad de dos metros.
"Somos capaces de utilizar esa tecnología para aterrizar y poner un vehículo en Marte, algo que, por supuesto, es un desafío muy difícil. Estamos muy emocionados por sacarlo adelante", comenta Pischel, que valora el esfuerzo de cooperación. "Estamos trabajando con Rusia y es un esfuerzo interesante para sacar adelante este tipo de grandes proyectos juntos", agrega.
El aterrizaje en Marte no es para nada sencillo. Sin embargo, los expertos se muestram optimistas al respecto y muchos están convencidos de que algo van a encontrar.
"Esa es, por supuesto, la pregunta del millón, pero estoy convencido de que hay vida en Marte", afirma Pietro Baglioni, gerente del proyecto ExoMars Rover de la AEU.