Según los datos del National Snow and Ice Data Center (NSIDC) y la NASA, la formación de hielo invernal del Ártico se ha reducido a un mínimo histórico. Es el segundo año consecutivo que el máximo volumen anual de hielo alcanza este hito, informa el sitio web de la agencia espacial.
Cada año, la superficie de agua congelada que flota en la superficie del océano Ártico y sus mares vecinos se derrite durante la primavera y el verano y vuelve a crecer en los meses de otoño e invierno, alcanzando su punto máximo anual entre febrero y abril.
Este 24 de marzo, el hielo oceánico alcanzó un máximo de 14,52 millones de kilómetros cuadrados, el registro más bajo que se tiene desde que se iniciaron las mediciones con satélite en el año 1979. En 2015, la extensión de hielo se situó en los 14,54 millones de kilómetros cuadrados. Las 13 mediciones más bajas corresponden a los últimos 13 años.
Según Walt Meier, científico del hielo marino en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt (Maryland), el calor atmosférico ha contribuido probablemente a que se registre esta medida máxima, con temperaturas de hasta 6 grados centígrados por encima de la media en los bordes del casquete de hielo marino, donde este es más delgado.
"Aunque el alcance máximo del hielo marino puede variar mucho cada año dependiendo de las condiciones climáticas del invierno, estamos viendo una tendencia descendente significativa, y que en última instancia está relacionada con el calentamiento de la atmósfera y los océanos", apunta Meier.