El secreto de una piedra: ¿Cambiará la historia un asentamiento vikingo de mil años de antigüedad?
El descubrimiento de una piedra utilizada en trabajos de herrería en un asentamiento aparentemente vikingo de mil años de antigüedad en una isla canadiense puede reescribir la historia de las exploraciones europeas en América del Norte. El pequeño objeto pudo haber llegado a tierras americanas antes de que Cristóbal Colón las pisara por primera vez, informa el británico 'The Independent'.
Dicha piedra utilizada en herrería suguiere que se remonta a la la cultura nórdica ya que esta utilizaba el mineral de hierro para fundirlo y labrar armas, adornos y herramientas. Con este descubrimiento se espera que el asentamiento denominado Point Rosse ofrezca una valiosa información sobre la estancia vikinga en la zona.
Sarah Parcak, "space archaeologist," Is now the coolest job title in the world.... https://t.co/ufQ2noE3u3
— Gary Buechler (@Nerdrotics) 4 de abril de 2016
La piedra fue encontrada en la isla de Terranova, Canadá, a casi 500 kilómetros del único sitio vikingo conocido hasta la fecha: L'Anse aux Meadows (o La ensenada de las medusas), un paraje descubierto en este mismo país en 1960. Allí se encontraron los restos de una aldea considerada como el primer asentamiento vikingo en Norteamérica.
La arqueóloga estadounidense Sarah Parcak, que ha utilizado imágenes de satélite para localizar ciudades perdidas, templos y tumbas, aplicó la misma tecnología para explorar la isla en busca de rastros de asentamientos vikingos perdidos. En junio pasado se sintió atraída por esta parte remota de Canadá después de las imágenes de satélite revelaran características del terreno que parecían indicar actividad humana.
Tras identificar un posible sitio, los arqueólogos encontraron dicha piedra, que fue utilizada para el trabajo con el hierro. "Las historias sugieren un corto período de actividad y un muy breve y fallido intento de colonización", afirma Douglas Bolender, arqueólogo especializado en asentamientos nórdicos, informa la revista 'National Geographic'.
"Un sitio como Point Rosee tiene el potencial de revelar lo que la onda inicial de la colonización nórdica parecía no solo para Terranova sino para el resto del Atlántico Norte", señala Bolender. Sin embargo, algunos expertos señalan que todavía no hay pruebas suficientes para demostrar que los vikingos se quedaron allí.
Si se confirma que el sitio fue un asentamiento vikingo legítimo, ello puede conducir a la búsqueda de otros establecimientos levantados cinco siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón en el 'Nuevo Mundo', sostiene el medio.