Científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) han conseguido convertir células óseas y células grasas en células madre capaces de regenerar cualquier tipo de tejido. La nueva técnica, probada con éxito en ratones, podría transformar los enfoques actuales de la medicina regenerativa. Los científicos sostienen que este sistema de reparación podría ser utilizado tanto para reparar los discos intervertebrales como las fracturas óseas. El estudio ha sido publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
La nueva técnica incluye la extracción de células grasas de humanos y su tratamiento con 5-Azacitidina y el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF-AB) durante aproximadamente dos días. Después de estos procedimientos las células son tratadas con el factor de crecimiento durante dos o tres semanas más. La azacitidina induce la plasticidad de las células, lo cual es imprescindible para su reprogramación y transformación en células madre. Una vez insertadas en el tejido dañado, las células madre se multiplican, promoviendo su crecimiento y curación.
Los ensayos con seres humanos están previstos para finales de 2017. "La terapia tiene un enorme potencial para tratar el dolor de espalda y de cuello, así como las lesiones en los discos vertebrales y la degeneración de los músculos y articulaciones. También podría acelerar la recuperación posquirúrgica tras una operación compleja en la que se requiere la integración de huesos y articulaciones en el cuerpo", sostiene Ralph Mobbs, especialista en neurocirugía que lidera los ensayos.