Dentro de miles de millones de años el Sol se habrá convertido en un 'astro de la muerte' que muy probablemente destruirá primero la Luna y posteriormente la Tierra, reza el estudio realizado por investigadores del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian (EE.UU.) y la Universidad de Warwick (Reino Unido).
Los científicos notaron que aproximadamente una cuarta parte de las enanas blancas, en las que con el tiempo se convierten las estrellas similares al Sol, tiene un disco que gira alrededor de ellas y consta de fragmentos de cuerpos planetarios de satélites de exoplanetas.
Esto sucede porque las enanas blancas ejercen más fuerza gravitacional hacia los satélites de los planetas que giran alrededor de ellas y hacia los planetas que pesan relativamente poco, como Plutón.
Si la distancia entre una enana blanca y un satélite es inferior a unas pocas décimas de la esfera de Hill (que es como se conoce en astronomía la esfera de influencia gravitacional de los cuerpos celestes) el riesgo de destrucción del satélite por la fuerza de gravedad aumenta dramáticamente. Según indicaron estimaciones previas, este proceso puede durar un millón de años.