El hallazgo de isótopo de hierro 60Fe entre el material recogido en la Luna permitió a científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM, por sus siglas en alemán) confirmar la presencia de restos de supernova. Así, también comprobaron que hubo una o más explosiones de estrellas en cercanías al sistema solar, hace unos dos millones de años.
La primera evidencia de la detonación de la supernova, en la que expulsa la mayor parte de su material, se dio en 1999, cuando se halló en el fondo del océano Pacífico isótopo radiactivo de hierro 60Fe, material que se crea casi exclusivamente en las explosiones de supernovas, reflejó 'Science Daily'.
Ahora, casi dos décadas después, obtuvieron una nueva confirmación, al encontrar una concentración alta de 60Fe en muestras recogidas del suelo lunar entre 1969 y 1972, durante las misiones Apolo 12, 15 y 16.
Pese a que no se descartan otras hipótesis, suponen que "el 60Fe encontrado en ambas muestras terrestres y lunares tienen una misma fuente: estos depósitos son de materia estelar de nueva creación, producida en una o más supernovas", explicó Gunther Korschinek, de la TUM.
Sin embargo, el 60Fe hallado en la Luna también puede ser producido por el bombardeo con partículas cósmicas que no se rompen al chocar con las moléculas de aire, sino que directamente impactan en la superficie y, por eso, pueden derivar en la transmutación de elementos.
Por último, los investigadores también detectaron, por primera vez, un límite superior para el flujo de 60Fe que llegó a la Luna. "Corresponde a una supernova a una distancia de 300 años luz", concluyó Korschinek.