El 2% de la población del planeta sufre el fenómeno del 'zumbido' (conocido como 'The Hum' en inglés), cuyo misterio sigue sin ser resuelto, recoge 'The New Republic'.
El enigma se dio a conocer en los medios de comunicación en los años 70 aunque no se sabe cuándo y dónde surgió. Tras recibir varias declaraciones independientes en 1977 el tabloide británico 'Sunday Mirror' lanzó a sus lectores la pregunta: "¿Has oído el 'zumbido'?" ("Have You Heard the Hum?", en inglés). En ese momento se produjo un auténtico aluvión de cartas. Las confesiones coincidían en un hecho: todas las personas oían un sonido remoto muy bajo parecido a un motor diésel, casi siempre de noche y dentro de edificios. Y sin una fuente lógica cerca que pudiera generarlo.
Quienes sienten el 'zumbido' se encuentran lejos del bullicio de las urbes: la tranquilidad del ambiente lo hace insoportable. A pesar de que en 1977 científicos de la Universidad de Southampton (Reino Unido) afirmaron que era "muy probable" que se tratara de un fenómeno real y no una alucinación auditiva, en la mayoría de los casos se descartaban por razones psicológicas o por tratarse de una forma de tinnitus.
Desde 2012, un profesor de matemáticas canadiense, Glen MacPherson, viene elaborando un mapa mundial (World Hum Map) para localizar dónde es más frecuente el misterioso ruido. En él aparecen marcados 5.000 puntos. MacPherson sigue los pasos del geofísico estadounidense David Deming, que se propuso descubrir el origen del 'zumbido'. Sugirió crear tres cajas en cada una de las cuales pudiera caber una persona. La primera debía bloquear el sonido, la segunda las ondas de baja frecuencia y otros tipos de radiación electromagnética, y la tercera nada. Su conclusión fue que los ruidos no eran sonidos sino vibraciones de baja frecuencia.
MacPherson acabó por acercarse más que otros al descubrimiento de las causas del 'zumbido'. Sin embargo, admite que no espera que un laboratorio científico lo lleve a cabo de forma profesional.