Un grupo internacional de astrónomos ha publicado este lunes en la revista científica 'Nature' los resultados de su búsqueda de exoplanetas potencialmente habitables. Según la publicación, los científicos han hallado tres planetas que orbitan alrededor de una estrella enana a tan solo 39 años luz del Sistema Solar.
Los tres planetas, de un tamaño similar al de la Tierra y Venus, se encuentran en la zona habitable de su estrella. Se trata de una pequeña estrella del tamaño de Júpiter llamada 2MASS J23062928-0502285 o TRAPPIST-1.
Es una estrella muy fría, con una temperatura inferior a 2.700 grados Kelvin, más de dos veces menos que la del Sol. El astro está ubicado en la constelación Acuario, pero es demasiado pequeño para ser visto a simple vista o con telescopios simples.
Los planetas fueron descubiertos con el telescopio bélgico TRAPPIST, ubicado en Observatorio de La Silla en Chile.
Los mejores candidatos para albergar vida
Estos tres planetas son "los mejores candidatos" hallados hasta la fecha para albergar vida, opinan los autores del descubrimiento. Su cercanía a la Tierra facilita una investigación profunda de estos planetas.
Los planetas están situados mucho más cerca de su estrella que la Tierra del Sol. Sin embargo, como el tamaño de esta estrella es menor, la radiación que reciben de ella también es menor. Los tres se encuentran en la llamada zona de habitabilidad, pudiendo contar en su superficie con agua en estado líquido.
Los astrónomos calculan que los primeros dos planetas completan una órbita alrededor de su 'sol' en 1,5 y 2,4 días, respectivamente, mientras que el período de rotación del tercer planeta es más difícil de calcular y podría ser de entre 4,5 y 73 días.
En general, este sistema se parece más al de Jupíter y sus lunas que al de nuestro Sistema Solar, según Michaël Gillon, de la Universidad de Lieja en Bélgica, uno de los líderes del estudio citado por la NASA.
En busca de agua y actividad biológica
Según la NASA, su telescopio espacial Hubble y la misión K2 de su observatorio espacial Kepler empezarán a vigilar el TRAPPIST-1 este año.
Ahora queda por investigar la atmósfera de los planetas en busca de pruebas de la existencia de vapor de agua, algo que podrá hacer el Hubble a través de espectroscopia cuando los planetas transiten o pasen ante su sol.
El estudio de interacciones gravitacionales realizado por el K2 permitirá, asimismo, calcular las masas de los planetas. Además, los científicos deberán medir su densidad para ver si son planetas rocosos como la Tierra.
"La parte más emocionante" será investigar sus superficies para determinar la presencia de agua líquida, así como sus composiciones químicas, con el objetivo de comprobar si hay "actividad biológica", explicó Gillon a la revista Motherboard.
Los científicos esperan hallar "biomarcadores" como oxígeno, ozono, metano o de dióxido de carbono, entre otros elementos químicos que pueden indicar la presencia de vida extraterrestre.