Una momia con tatuajes de flores y animales desconcierta a los arqueólogos
Especialistas y arqueólogos que analizaron con ayuda de rayos infrarrojos los restos de la momia de una mujer del antiguo Egipto de unos 3.000 años de antigüedad, han descubierto sobre su piel muchas marcas de tatuajes con formas de animales, flores y plantas que, según ellos, podrían tener alguna relación con rituales religiosos de la época, informa la revista 'Nature'.
Esta momia, que fue descubierta por arqueólogos en el siglo XIX cerca del valle de los Reyes, una necrópolis egipcia próxima a Luxor que conserva las tumbas de la mayoría de los faraones, se remonta a la época de Ramsés I y sus sucesores, entre 1300 a.C. y 1070 a.C.
Los tatuajes no se podían ver a simple vista, pero con la ayuda de un escáner de infrarrojos, los especialistas lograron observar con mayor precisión la superficie del cuerpo y descubrir estas marcas artesanales sobre su piel.
Las caderas de la momia fueron pintadas con dibujos de flores de loto, en los brazos presentaba vacas dibujadas y en los hombros, babuinos. Además, las zonas del pecho, cuello y espalda estaban cubiertas de tatuajes con símbolos del ojo de Horus, que debían protegerla contra el mal.
La arqueóloga a cargo de la investigación, Anne Austin, de la universidad de Standford, EE.UU., presupone que los tatuajes podrían ser un indicio del estatus social de su propietaria y que, seguramente, esta mujer momificada fue una sacerdotisa de la diosa egipcia de la belleza Hathor. Los tatuajes en sus brazos y cuello servirían a la mujer para enfatizar sus movimientos mientras bailaba o cantaba en los rituales, mientras que los ojos de Horus indicarían su posición sagrada de sacerdotisa.
La arqueóloga espera encontrar más tatuajes en otras momias con la ayuda de las nuevas tecnologías y métodos de última generación, lo que contribuirá a conocer mejor la finalidad y esencia de estos dibujos.