Un equipo de microbiólogos de la Universidad Tecnológica de Estambul estudia microorganismos que habitan los lagos salados turcos de Acigol, Salda y Yarisli convencidos de que ello puede arrojar luz sobre la condiciones que pueden hacer posible la existencia de vida en Marte y en otros planetas y lunas.
Por ejemplo, Enceladus, satélite de Saturno, cuenta con océanos extremadamente salados con un nivel alcalino de pH que oscila entre 9 y 12. Los citados lagos turcos presentan un índice semejante que varía entre 8,6 y 9,5.
"Queremos identificar las especies que nos puedan ayudar a estimar la posibilidad de supervivencia de organismos semejantes en condiciones extraterrestres", explica Nurgül Balci, jefa del equipo científico que analiza los lagos turcos y sus microorganismos teóricamente capaces de tolerar el ambiente de otros planetas.
Balci y su equipo estudiaron la biosfera de los lagos tras advertir las semejanzas entre las formaciones montañosas que los rodean y las de Marte. Se trata de estromatolitos, unas estructuras geológicas formadas por los sedimentos de lagos, calcio y magnesio producidos por microbios.