El arqueólogo Mike Parker-Pearson, del University College de Londres, ofreció una explicación al enigma de la construcción del monumento megalítico de Stonehenge, en el Reino Unido. Para averiguarlo, el científico, sus colegas y estudiantes llevaron a cabo una serie de experimentos, informa 'The Telegraph'.
Los británicos de la prehistoria lograron transportar a través de 225 kilómetros las enormes piedras que forman el monumento, desde las montañas de Preseli, en Gales, hasta su destino final en la llanura de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Pero, ¿cómo lo hicieron?
Lo más probable es que las grandes piedras fueran transportadas hasta el sitio de construcción en trineos de madera que se desplazaban por un camino hecho de troncos. Cada trineo era movido con cuerdas por un cierto número de personas.
Los arqueólogos han demostrado que los esfuerzos de diez personas son suficientes para mover una piedra de una tonelada de peso a una velocidad de 0,6 metros por segundo, de manera que el viaje de las piedras desde Gales hasta Stonehenge habría durado unas pocas semanas.