Un equipo de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de nuevos componentes esenciales para el origen de la vida en la Tierra en la atmósfera del 67P, el cometa descubierto en 1969 sobre el que Philae, el nombre del módulo de aterrizaje de la sonda espacial Rosetta, logró aterrizar en noviembre de 2014, informa el portal Science Alert.
Para que se pueda generar vida a partir de cero tal y como la conocemos, se necesita el aminoácido glicina, que se encuentra comúnmente en las proteínas, y fósforo, un componente clave del ADN y las membranas celulares. Por primera vez, ambos se han hallado en el halo de gas que envuelve al cometa. Asimismo, han sido encontradas otras moléculas, como cianuro de hidrógeno y sulfuro de hidrógeno.
"Esto demuestra que incluso organismos muy primitivos como los cometas contienen una sopa química compleja; con independencia del Sol y la Tierra (…) contienen todo lo necesario para la vida, excepto la energía", afirma la investigadora Kathrin Altwegg.
La glicina es el bloque más simple que forma parte de las proteínas y ya había sido encontrada con anterioridad en las muestras que la misión Stardust de la NASA envió a la Tierra del cometa Wild-2 en 2006. Sin embargo, la posible contaminación de este material dificultó su análisis. "Esta es la primera detección inequívoca de glicina en la delgada atmósfera de un cometa", explica Altwegg.