El nuevo robot, creado por Alexánder Reben de la Universidad de Berkeley (California, EE.UU.), es capaz de pinchar el dedo intencionalmente a una persona, causándole el mismo grado de dolor que puede provocar el pinchazo de una aguja realizado a una alta velocidad. El robot 'ataca' al azar y ni siquiera su propio creador puede estar seguro de si resultará lesionado o no cuando expone su dedo.
El nuevo dispositivo de inteligencia artificial es capaz de violar la primera ley de la robótica introducida por Isaac Asimov, según la cual "un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño". "Nadie ha creado un robot diseñado para dañar y herir a alguien intencionalmente. Quería construir un robot que lo hiciera, que existiera… Fue importante sacarlo del mundo experimental y traerlo a la realidad, porque una vez que algo existe en el mundo, tienes que enfrentarte a ello. Se hace más urgente", argumentó Reben según cita el portal Fastcompany.
Reben quería demostrar que los robots pueden ser potencialmente peligrosos para los humanos e incentivar el debate sobre la posible pérdida de control respecto a las máquinas y el riesgo que podrían representar para la humanidad en el futuro. "Siempre habrá situaciones en las que pasará algo imprevisto y es importante pensar cómo tratarlas", comentó.
Por su parte, Kate Darling, investigadora del MIT Media Lab, señala que Reben tiene la responsabilidad ética de cualquier tipo de daño que provoque su nuevo invento y opina que los robots serán más que meras herramientas. "Con la tecnología autónoma en auge, puede que tenga más sentido considerar a los robots como análogos de los animales, cuyo comportamiento tampoco podemos predecir siempre", destacó Darling.