Un grupo de arqueólogos de la Universidad Estatal de Novosibirsk (Rusia), encabezado por Serguéi Alkin, ha descubierto restos de la cultura de los antiguos pobladores de la taiga siberiana en muy buen estado de conservación. Los petroglifos, cuya antigüedad oscila alrededor de los 4.000 años, han sido hallados en la cuenca del río Shilka (en la desembocadura del río Largui) en la región de Zabaikalie gracias a la ayuda de la población local, informa el servicio de prensa de la universidad.
La existencia de esta muestra de arte rupestre de la Edad del Bronce se había convertido en una especie de leyenda entre los especialistas, hasta que en 2013 una expedición logró dar con los dibujos de los que tanto había oído hablar. Los arqueólogos han estudiado más de 20 elementos pintados de rojo y ocre. Entre ellos se distinguen figuras humanas, un toro, un árbol y lo que podrían ser pájaros, así como puntos y líneas. No es fácil interpretar el hallazgo: según Alkin, las imágenes antropomórficas podrían representar tanto cazadores como espíritus.
"Los petroglifos no son solo un ejemplo de pintura rupestre. Están vinculados con ritos. Debajo de los petroglifos suele haber altares de sacrificio, se encuentran diferentes herramientas, puntas de flechas", explica el científico. Sin embargo, señala que hasta el momento los arqueólogos no han encontrado nada parecido cerca de la roca con imágenes.
Los investigadores quieren buscar más ejemplos de arte prehistórico en esta zona de Transbaikalia, donde ya se encontraron otros restos arqueológicos. Alkin espera descubrir pronto si hay alguna relación entre los petroglifos que han hallado y los fragmentos de cerámica de un antiguo campamento de cazadores y pescadores en la desembocadura del río Largui que se remontan a la Edad del Bronce.