Este miércoles se han hecho públicos dos estudios que arrojan luz sobre la composición del subsuelo del planeta enano y el origen de los puntos luminosos que desconcertaron a los científicos. Expertos debatían si estos procedían de hielo de agua, de sales evaporadas o si tenían otro origen.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista 'Nature', el material luminoso en el cráter Occator, en el planeta enano Ceres, está compuesto por grandes cantidades de carbonato de sodio, un mineral que se forma en respiraderos hidrotérmicos bajo el agua. Anteriormente, los científicos creían que estos puntos brillantes estaban mayormente compuestos por sulfato de magnesio hidratado, que es similar al sulfato de magnesio conocido como sal de Epsom.
"Fue algo que no esperamos", comentó Chris Russell, uno de los investigadores de la Universidad de California (EE.UU.), al portal Space.com. "Los carbonatos son un indicio muy fuerte de los procesos que ahora suponemos que tuvieron lugar en el interior, lo cual lo hace más parecido a la Tierra cuando puede alterar la composición química en el interior", explicó.
Otro estudio, publicado en la revista 'Nature Geoscience', revela que la subcapa superficial de Ceres representa en un 60% o 70% una mezcla de rocas, sales y clatratos, mientras que el hielo constituye no más de un 30% o 40%. Los cráteres más grandes del planeta enano alcanzan varios kilómetros de profundidad, por lo cual en el subsuelo no puede haber grandes cantidades de hielo.
Los científicos creen que al analizar la composición de las sales de la superficie de Ceres y el agua, se puede descubrir más sobre lo que pasa dentro del planeta enano.