Astrofísicos de la Universidad de Texas (EE.UU.) y del instituto del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian han descubierto un poco habitual tipo de agujero negro surgido no mucho después de la formación del Universo que puede explicar el mecanismo de aparición de estos gigantes.
El estudio, publicado en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society', afirma que una fuente inusual de radiación intensa y altísimas temperaturas detectadas dentro de la galaxia CR7, bautizada así en homenaje al futbolista Cristiano Ronaldo, puede corroborar la teoría del "agujero negro de colapso directo", predicha en 2003 por Volker Bromm y Avi Loeb, coautores del estudio.
Bromm calificó el hallazgo como "un milagro cósmico" al precisar que es la primera vez en la historia en que se han reunido las "condiciones necesarias" para explicar el surgimiento de los agujeros negros supermasivos unos 500 millones de años después del Big Bang.
La teoría propuesta hace más de una decada asegura que los agujeros negros supermasivos se desarrollan en el interior de las mayoría de las galaxias a partir de un 'agujero semilla' producto del colapso de una estrella masiva con una masa equivalente a casi 100 soles. Las altas temperaturas que se alcanzan en su interior, cercanas a los 10.000 grados celsius, pueden ser las responsables de la ionización del helio y el hidrógeno a su alrededor, fenómeno que provocaría un incremento aún mayor de su masa, condición que le permitiría fusionarse con otras 'semillas' hasta convertirse en un agujero de enormes proporciones.