Se trata de la aplicación Far Out, desarrollada a partir del análisis de desplazamientos cotidianos de la gente que usa el GPS.
Se prevé que el programa sea tan preciso como para adivinar la localización de una persona, incluso si ésta cambia de trabajo, establece una nueva relación familiar o compra nueva casa y se muda. En general, será capaz de tomar en cuenta cualquier desviación de la trayectoria de la vida rutinaria.
En la fase final del proyecto, los desarrolladores del Far Out, Adam Sadilek y John Krumm, entregaron dispositivos GPS a 703 voluntarios en Seattle y les dijeron que los llevaran siempre encima, fueran a donde fueran: a trabajar, de compras, a visitar amigos o de viaje. En el transporte utilizado por los voluntarios también se han instalado dispositivos GPS.
Como resultado de este experimento Krumm y Sadilek recogieron datos sobre los desplazamientos de los voluntarios que incluyen unos 150 millones de puntos diferentes y ahora los desarrolladores están tratando de procesar toda esta información en el programa Far Out y luego ver cómo estas previsiones se harán realidad.
Según los datos ya procesados, la mayoría de la gente el bastante predecibles durante largos períodos de su vida, y muy rara vez realiza movimientos "revolucionarios" que el programa no sería capaz de adivinar.
En cuanto a la aplicación práctica del software, más allá del presumible interés de vendedores y publicitarios, podría ser utilizado para resolver problemas sociales, como predecir el área de la propagación de la enfermedad o aliviar los problemas de tráfico.