"Durante el Plioceno las temperaturas medias eran 2 o 3 grados más altas que las actuales y la atmósfera contenía niveles de dióxido de carbono iguales que los de ahora. Esto provocó una gran pérdida de capas polares y la elevación del nivel del mar. Las predicciones actuales de los climatólogos muestran que a finales de este siglo se pueden alcanzar temperaturas globales similares", explica Tina van de Flirdt, del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido), coautora de un estudio publicado en la revista 'Nature Geoscience'.
Van de Flirdt y sus colegas detectaron los efectos del calentamiento global en antiguos fragmentos de arcilla extraídos del fondo del mar frente a las costas de las islas del este de la Antártida. En muestras procedentes de Tierra Adelia, los científicos descubrieron partículas de minerales que se encuentran solo en la Antártida y en su plataforma helada. Esto llamó la atención de los geólogos, que pudieron observar el proceso evolutivo de los glaciares de la Antártida en el pasado analizando la proporción de estos minerales contenida en arcilla.
De acuerdo con los científicos, el calentamiento global empezó hace unos 5 millones de años, y provocó la desaparición
del hielo marino del actual lago sublacial de Wilkes y de una parte importante de la superficie de los glaciares de la Antártida.
"Antes pensábamos que la capa de hielo de la Antártida oriental era más estable que las capas de hielo de Groenlandia y el Ártico occidental, pero nuestro trabajo ha demostrado que no es así. Este descubrimiento es muy importante para comprender lo que puede pasar en la Tierra si no luchamos contra el cambio climático", concluye otro autor del estudio, Carys Cook.