Este año llegará a su máximo esplendor entre el 28 y el 30 de julio y se podrá observar en el hemisferio sur y las latitudes tropicales del hemisferio norte.
El mejor momento para disfrutar de este espectáculo cósmico será dos horas antes del amanecer, dado que el mayor obstáculo para la observación de estas estrellas fugaces es la Luna.
La actividad de las Delta Acuáridas se estima entre 15 a 20 meteoros por hora, que se desplazarán a velocidades cercanas a 41 kilómetros por segundo.
Según la NASA, el origen de esta lluvia de estrellas es aún incierto, aunque el candidato más probable es el cometa del periodo corto 96P/Machholz, descubierto en 1986.