Ubicado en lo profundo de un valle, Rjukan se queda sin luz solar durante cinco meses al año. Sin embargo, sus habitantes retomaron un viejo proyecto que se vale de las montañas que rodean el lugar para instalar un sistema compuesto por tres heliostatos.
Este conjunto de espejos será controlado remotamente a través de un ordenador para seguir el movimiento del Sol y enviar su luz hasta la plaza del pueblo. El sistema tuvo un costo de 635.000 euros.
Se estima que el proyecto iluminará alrededor de 200 metros cuadrados y se ejecutará entre los meses de septiembre y marzo, cuando Rjukan se quedaba a oscuras.