El fenómeno descubierto paralelamente por el Observatorio Estelar SOHO de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ya fue estudiado anteriormente y representa una región oscura y de baja intensidad de la atmósfera solar con temperaturas bajas, escribe el portal El Economista.
Los científicos responsables del estudio dijeron que estos agujeros son una característica típica del Sol que surge en distintos lugares y a menudo en diferentes momentos de su ciclo. Cuando el ciclo de actividad del astro se incrementa (lo cual ocurre actualmente) el número de agujeros de la corona disminuye. Por el contrario, durante los periodos de baja actividad, se detectan agujeros de grandes dimensiones.
Las particularidades del evento contribuirán a comprender mejor el clima espacial, puesto que son la fuente del viento de alta velocidad que transporta las partículas solares que circulan alrededor del Sol.