Una morsa enterrada con humanos en Londres sorprende a los arqueólogos

El hallazgo de los restos de una morsa del Pacífico enterrada entre esqueletos humanos en un cementerio en Londres ha dejado perplejos a los arqueólogos británicos, que no logran entender cómo el animal acabó en ese lugar.
Los nueve huesos de la morsa de cuatro metros de largo fueron hallados dentro de un ataúd con otros ocho conjuntos de restos humanos, que datan del periodo entre  1822 y 1854.

La necrópolis fue descubierta durante las excavaciones de la estación del metro de Londres St. Pancras en 2003. Sin embargo, incluso después de los estudios detallados de los restos, los científicos de la organización Ramboll Cultural Heritage and Archaeology, aún no han averiguado ningún dato concluyente que explique cómo y para qué llegó el animal al Reino Unido.  

El equipo, dirigido por el arqueólogo Phil Emery, ha determinado, que los huesos de la morsa, así como los humanos, mostraban signos de haber sido cortados y disecados para la investigación médica en una de las 40 escuelas de anatomía abiertas durante el siglo XIX en Londres.

Numerosos de los restos mostraban cortes y rasguños en consonancia con la disección, que fue legalizada en el país por la Ley de Anatomía de 1832, y al menos uno de los cráneos humanos descubiertos mostraba signos de haber sido sometido a una autopsia craneal (perforación en el cerebro).

Emery, junto con Alan Pipe, del Museo de Arqueología de Londres, estudiaron los registros de la Sociedad Zoológica de Londres para tratar de averiguar el origen del animal.

"Los registros históricos de las disecciones de animales muestran que en 1853 el profesor Owen, de la Sociedad Zoológica de Londres, llevó a cabo la investigación médica de una morsa", explican los investigadores. Sin embargo, Emery y su equipo no pueden confirmar categóricamente que este sea el animal desenterrado cerca de  St. Pancras. 

La otra versión establece que la morsa gigante fue llevada a Londres para el comercio, ya que estos animales son muy valiosos por su piel y colmillos de marfil.

Para explicar el otro hecho curioso, el de por qué los huesos de una morsa fueron enterrados con restos humanos, el científico agrega que esto pudo ocurrir en la época en la que la antigua iglesia de St. Pancras perdió su estatus y fue reconstruida. Esto podría haber hecho que las tierras se removieran y que las tumbas de su cementerio fueran manipuladas de algún modo. 

Los huesos de la morsa de St Pancras están exhibidos en el Archivo Arqueológico de Londres y Centro de Investigación en Hackney. Todos los restos humanos se han vuelto a enterrar.