El logro científico rompió el record anterior, de 16 segundos, establecido a principios de este año, y abre las puertas al Internet cuántico, una red futura 100% segura e increíblemente rápida.
El experimento fue realizado con el uso de un láser enfocado hacia un cristal opaco congelado a temperaturas inferiores a 232 grados Celsius.
Para mantener la luz en el cristal los científicos de la Universidad de Darmstadt primero crearon una pequeña zona de transparencia en su interior para que la luz pudiera pasar por ella. El impacto del láser hacía a los átomos del cristal entrar en un estado de superposición cuántica que volvía al material transparente, pero una vez que la luz se acercaba al cristal, el láser se apagaba, lo que convertía al cristal en un cuerpo totalmente opaco capaz de detener completamente el haz.
De este modo la luz no era simplemente absorbida por el cristal como lo haría al golpear una pared, sino se quedaba justo en el lugar donde fue bloqueada y todavía era posible observarla.
Para liberar la luz, los investigadores abrieron una vez más la transparencia del cristal mediante el mismo láser, lo que les permitió medir las partículas del haz liberado y por lo tanto obtener más información sobre él.
La detención de la luz puede ser utilizada para la creación de un dispositivo de almacenamiento de datos aplicado en la computación cuántica para conectar sistemas de memoria a larga distancia, un ingrediente fundamental del Internet cuántico.