De acuerdo con Matthew Lieberman, coautor del estudio, éste reveló que cuánto más activa está la TPJ, más persuasivos somos a la hora de "vender una idea".
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores sometieron a 19 estudiantes a una resonancia magnética mientras les proyectaban 24 programas piloto de televisión ficticios. Se les pidió que se imaginaran que eran becarios de un canal de televisión y que debían presentar a sus productores los programas que creían que tenían más potencial.
Luego otros 79 estudiantes adoptaron el rol de productores, a los que los 'becarios' tenían que "vender" los programas que habían seleccionado por pensar que iban a ser un éxito.
El experimento reveló que a los estudiantes que actuaron como becarios se les activaba la unión temporoparietal cada vez que identificaban programas que creían que serían exitosos.
Además, los resultados mostraron que los estudiantes que mejor persuadieron a los productores de las virtudes de los programas que habían seleccionado eran los que registraron una mayor actividad en la TPJ.
Repercusión social
Según explica Lieberman, la unión temporoparietal es la zona que normalmente utilizamos para mentalizar, "que es el proceso que nos permite comprender que otras personas tienen puntos de vista diferentes o diferentes sentimientos y reacciones" y sentir empatía.
Asimismo, el científico señala que estudiar la TPJ podría ayudar a predecir qué campañas de publicidad tienen más posibilidades de éxito y con ello lograr que, en el campo de la salud pública, puedan diseñarse campañas que logren su objetivo de reducir los comportamientos de riesgo entre los adolescentes o combatir problemas como el tabaquismo, el alcoholismo o la obesidad.