La electrodinámica afirma que los fotones son partículas sin masa y estables. Pero estudios recientes no descartan la posibilidad de que los fotones posean una pequeña cantidad de masa.
Enmarcado en esta suposición, Julian Heeck, del Instituto Max Planck de Física Nuclear de Heidelberg, Alemania, analizó la luz más antigua del universo (la emitida justo después del Big Bang) y calculó el tiempo de duración mínima de los fotones en un millón de billones de años (1018) o tres años si se consideran los efectos relativistas de dilatación del tiempo. escribe Scientific American.
Con este descubrimiento la noción de velocidad de la luz, aceptada hasta ahora, podría ser rebatida y conllevaría a entender que el fotón no es estable ya que podría desintegrarse en partículas más ligeras. El descubrimiento podría tener consecuencias directas sobre los modelos de gran unificación que describen las interacciones fuertes, débiles y electromagnéticas como tres manifestaciones de una única fuerza fundamental de la naturaleza.
Las últimas mediciones del Explorador del Fondo Cósmico revelan que el fondo de microondas cósmico parece comportarse como un cuerpo negro perfecto, lo que indica que muy pocos fotones se han deteriorado desde el Big Bang hace 13.700 millones años.