Según Sharkey, dentro de los próximos 30 años, "los robots humanoides caminantes serán utilizados para asegurar el orden en los centros deportivos, en las huelgas y manifestaciones. Patrullarán los centros urbanos y barrios conflictivos, donde es probable que estallen las peleas".
Según el científico, los robots tendrán acceso a las bases de datos, incluidas "las cuentas bancarias, datos fiscales, información sobre vehículos, los historiales de sus compras en las tiendas, los registros y antecedentes penales, e incluso lo que están haciendo en cada momento". "Todo esto, que no hace más que preocuparnos por el destino de nuestra privacidad, hará posible que los robots sean capaces de identificar a las personas", afirma.
Además el científico subraya que a pesar de que estas máquinas se están desarrollando para fines pacíficos y humanitarios, en cualquier caso, de hecho, están diseñadas para matar. "Como sabe cualquier persona con experiencia en computadoras, si dos o más máquinas con programas desconocidos se enfrentan entre sí el resultado es impredecible.[…] Por supuesto, si esta tecnología se utiliza para el combate matarán a civiles, ya que no serán capaces de discriminar entre civiles y soldados", explica.