Los recientes estudios sobre la misteriosa estrella, bautizada como Matusalén, han demostrado que el cuerpo celeste parece tener una edad de entre 14.000 y 15.000 millones de años, algo que resulta desconcertante para los científicos, teniendo en cuenta que se cree que el universo existe desde hace solo 13.800 millones de años.
Formalmente conocida como HD 140283, la estrella fue descubierta por primera vez hace un siglo, y actualmente es el objeto más antiguo conocido por los astrónomos. Los científicos han tratado de calcular su edad en varias ocasiones, dando cada vez cifras diferentes. En un principio, se dijo que Matusalén tenía 2.000 millones de años, según los datos aportados por el satélite Hipparcos de la Agencia Espacial Europea. Posteriores cálculos dieron como resultado una edad de 13.200 millones de años, después de 16.000 millones y finalmente, utilizando los datos de las observaciones del telescopio Hubble de la NASA, su edad se estableció en entre 14.000 y 15.000 millones de años.
Sin embargo, incluso después de usar la nueva información extraída del último estudio científico de la estrella, sobre su distancia a la Tierra, su brillo y su estructura (los factores fundamentales para la estimación de la edad de un cuerpo celeste), los científicos no fueron capaces de reducir su antigüedad a menos de 14.500 millones de años, algo que todavía la convierte en un objeto espacial más antiguo que el propio universo.
La HD 140283 se encuentra a unos 190 años luz de la Tierra en una órbita larga y ondulada alrededor de nuestra galaxia, y sólo pasa brevemente por la región del brazo espiral occidental de la Vía Láctea en la que se encuentra nuestro sistema solar. En un estudio publicado en la revista 'Astrophysical Journal Letters', los astrónomos declaran, que la estrella nació en una "galaxia enana", que fue tragada por la Vía Láctea hace más de 12.000 millones de años.
A diferencia del origen del enigmático objeto espacial, su edad aún sigue siendo un misterio sin resolver. Sin embargo los científicos afirman, que una investigación más amplia de Matusalén podría reducir aún más la edad de la estrella, acabando así con la contradicción que ahora mismo existe entre su antigüedad y la del propio universo.