La creación de Primavera, como se bautizó al vehículo, duró dos años y contó con la participación de profesores y estudiantes de diferentes carreras de la Universidad Eafit de Medellín. El proyecto, cuyo costo se acerca al millón de dólares, fue patrocinado en su mayoría por las Empresas Públicas de Medellín (EPM).
"Puede recorrer hasta 100 kilómetros por hora con la energía de un secador de pelo", explicó el líder del proyecto, Jorge Barrera, en declaraciones al diario 'El Espectador'.
En octubre de este año Primavera, identificado con el número 05, intentará que un vehículo latinoamericano llegue por primera vez en un lugar destacado en el World Solar Challenge, la carrera más representativa en su categoría y en la que se enfrentan las mejores universidades del mundo.
Durante cinco días deberá recorrer 3.000 kilómetros del desierto australiano de norte a sur entre las ciudades de Darwin y Adelaida. "Sería el primer carro latinoamericano que logre terminar esta distancia, porque antes no lo lograron uno de Brasil y otro de Chile", asegura Juan Esteban Calle Restrepo, gerente de EPM.
Primavera pesa 350 kilos, tiene dos motores eléctricos de alta eficiencia ubicados en las ruedas traseras y alimentados por baterías de litio que a su vez son recargadas con un panel solar que no puede superar los seis metros cuadrados, según las exigencias de la carrera.
Primavera es parte de la estrategia de movilidad sostenible de EPM, que incluye los vehículos eléctricos, la conversión de automóviles de gasolina a gas y las estaciones de servicio de gas natural vehicular, informa Radio Santa Fe.
No resulta extraño que este tipo de proyectos tengan lugar en la ciudad de Medellín. No en vano fue elegida como la ciudad más innovadora del mundo en el marco del concurso City of the Year 2013.