El bautizo de objetos celestiales, del que se ocupa la UAI (fundada en 1919), se realiza según reglas rigurosas. Por ejemplo, los elementos espaciales en nuestro sistema solar normalmente reciben nombres de la mitología griega y romana. Todo lo que está fuera es catalogado con nombres que consisten en letras y números, por ejemplo, CFBDSIR2149.
Pero ahora, según el anuncio publicado en la página oficial de la UAI, los planetas pueden recibir un nombre, y cualquiera puede tomar la iniciativa enviándoles un 'email'. Por ejemplo, ¿por qué no llamar 'Solaris' a un planeta que, igual que en la película, está cubierto de un océano infinito?
Obviamente, hay ciertas reglas que observar. Por ejemplo, no se puede bautizar una tierra extrasolar con el nombre de una empresa o de una mascota. Tampoco debe ser "demasiado parecido" a la denominación de otro objeto celestial. También se rechazarán los nombres asociados con alguna guerra.