Según el equipo de investigadores, dirigido por Steven Blair de la Universidad de Carolina del Sur, las tasas de mortalidad por todo tipo de causas aumentaban en un 56% en las personas menores de 55 años que bebían más de 28 tazas a la semana.
Los efectos aparentemente nocivos del consumo excesivo de café no se observaron en personas mayores, según el estudio, que ha sido publicado en la revista 'Mayo Clinic Proceedings'.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores involucraron a más de 40.000 personas de entre 20 y 87 años entre 1979 y 1998 años. Después de un período de seguimiento de 17 años, más de 2.500 participantes han muerto.
El estudio concluye que aquellos que bebieron grandes cantidades de café eran más propensos a fumar y tenían los pulmones y el corazón menos saludables. Con las conclusiones en la mano, los investigadores advierten qu las personas más jóvenes en particular
deberían evitar el consumo de café de grandes cantidades, y afirman que el impacto de café parece ser más grave en las mujeres.
No obstante, los científicos admiten que se desconocen qué componentes del café pueden ser responsables de tales efectos.
"La correlación exacta entre el café y la mortalidad aún debe ser aclarada. El café es rico en cafeína, que tiene la capacidad de estimular la liberación de adrenalina, inhibir la actividad de la insulina, y aumentar la presión arterial", comenta Xuemei Sui, coautor del estudio.
El efecto del café sobre el organismo es contemplado de forma ambigua por los científicos. En junio investigadores liderados por Neal Freedman, del Instituto Nacional del Cáncer en Rockville, EE.UU. concluyeron que seis tazas de café al día ayudan a disminuir el número de enfermedades en ambos sexos.